“Y todo esto proviene de Dios…» (II Crónicas 5:18)
“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien…” (Génesis 50:20)
“Dios lo encaminó a bien” —Oh, bendita seguridad,
Cayendo como luz de sol en el camino de la vida,
Tocando con el oro del cielo las oscuras nubes de tormenta de la tierra,
Trayendo fresca paz y comodidad día a día.
Dios encamina a bien para ti, amado,
El Dios de José es el mismo hoy;
Su amor permite aflicciones extrañas y amargas,
Su mano está guiando por el camino desconocido.
–Freda Hansbury Allen- «Dios lo encaminó a bien»
Lo que se necesita, entonces, es ver a Dios en todas las cosas; y recibir todo directamente de sus manos, sin ninguna intervención de las causas secundarias. Es simplemente ante esto que debemos ser llevados antes de que podamos conocer una experiencia permanente de completo abandono y perfecta confianza. Nuestro abandono debe ser a Dios, no al hombre; y nuestra confianza debe estar en Él, y no en un brazo de la carne, o vamos a fallar en la primera prueba. La pregunta aquí nos enfrenta a la vez: “Pero ¿está Dios en todas las cosas, y tenemos alguna garantía en la Escritura para recibir todo de sus manos, y sin relación con las causas secundarias que pueden haber sido fundamentales para que sucedan?” Yo respondo sin vacilar: “Sí”. A los hijos de Dios, todo Viene directamente de la mano del Padre, no importa quién o qué puede haber sido los agentes visibles. No existen “segundas causas” para ellos. Toda la enseñanza de la Escritura afirma e implica esto.
-H.W. Smith-
El nuevo pensamiento vino, cómo, te lo diré:
-Fue cuando en rodillas dobladas caí,
Y desde Aquel que conoce muy bien
Cómo expulsar nuestro dolor, debe haber venido.
Ver a Dios en todas las cosas, grandes y pequeñas,
Y darle alabanza, aunque cualquier cosa acontezca,
En la vida o muerte, dolor o aflicción,
Ve a Dios, y supera tu enemigo.
-Fue algo nuevo para mí, pero viejo para otros,
Este pensamiento que me ha devenido,
Una revelación de la forma en que
Todos debemos vivir durante todo el día;
Pues cada día que ilumina con su luz,
Caminaremos por fe y no por vista.
La vida de hecho traerá una bendición,
Si vemos a Dios en todo.
-A.E. Finn-