Lo primero que aprendí es orar, disciplina y palabra de Dios. Pensé que sabía orar, pero no; aprendí a orar en voz alta (antes no me gustaba orar en voz alta), orar más de una hora, esa disciplina y por gracia de Dios pude entrar en la presencia de Dios día a día y de esta manera conocer más a Cristo,